Durante los primeros meses de vida, los bebés parecen moverse de forma automática: giran la cabeza al tocarles la mejilla, abren los brazos cuando se asustan o aprietan con fuerza tu dedo. Estos movimientos no son casuales, sino reflejos primitivos, una parte esencial del desarrollo neurológico temprano.
¿Qué son los reflejos primitivos?
Los reflejos primitivos son respuestas automáticas e involuntarias del sistema nervioso central que ayudan al bebé a adaptarse al mundo fuera del útero.
Están presentes desde el nacimiento (e incluso antes) y tienen funciones vitales como:
- Facilitar la alimentación (succión y búsqueda).
- Proteger ante estímulos repentinos.
- Favorecer el desarrollo del tono muscular y la coordinación.
Estos reflejos son señales de que el cerebro y el sistema nervioso del bebé están funcionando correctamente.
Principales reflejos primitivos del bebé
A continuación te explicamos algunos de los más conocidos:
1. Reflejo de búsqueda (rooting):
Cuando tocas la mejilla del bebé, gira la cabeza hacia ese lado y abre la boca buscando el pecho.
Desaparece alrededor de los 3-4 meses.
2. Reflejo de succión:
Permite al bebé alimentarse nada más nacer. Al introducir algo en su boca (pezón o chupete), empieza a succionar de forma rítmica.
Desaparece entre los 3-4 meses.
3. Reflejo de Moro (sobresalto):
Ante un ruido fuerte o sensación de caída, el bebé extiende los brazos y luego los recoge.
Desaparece hacia los 4-5 meses.
4. Reflejo de prensión palmar:
Si colocas tu dedo en la palma de su mano, lo apretará con fuerza.
Desaparece entre los 2- 3 meses.
5. Reflejo tónico del cuello (esgrimista):
Cuando gira la cabeza hacia un lado, el brazo de ese lado se estira y el otro se flexiona.
Desaparece hacia los 6 meses.
6. Reflejo de marcha automática:
Si sostienes al bebé erguido con los pies tocando una superficie, realiza movimientos como si caminara.
Desaparece entre los 2 y 3 meses.
¿Por qué es importante que desaparezcan a tiempo?
A medida que el cerebro madura, los reflejos primitivos se integran y dan paso a movimientos voluntarios y coordinados.Cuando alguno persiste más tiempo del esperado, puede interferir en el desarrollo motor, el equilibrio, la coordinación o incluso en el aprendizaje más adelante.
Por eso, los profesionales de la fisioterapia pediátrica y la neurorehabilitación observan estos reflejos para valorar el desarrollo neuromotor del bebé y detectar si necesita estimulación o seguimiento.
Uxía Román Fisioterapia pediátrica: acompañamos el desarrollo de tu bebé desde el inicio
En Uxía Román Fisioterapia Pediátrica trabajamos para que cada bebé crezca y se desarrolle en equilibrio.
A través de la observación del movimiento, la valoración de los reflejos primitivos y la intervención temprana cuando es necesario, ayudamos a que tu pequeño alcance cada etapa de su desarrollo de forma natural y armónica.